miércoles, 14 de marzo de 2012

NO HAY FORMACIÓN SIN COMPETICIÓN

Competir o formar? Este debate es casi tan viejo como el propio baloncesto, creo que, afortunadamente, cada vez es menos la gente que piensa, que estos dos conceptos no van ligados directamente. 

El siguiente tema que ha generado este debate, es hasta qué punto llevamos la competición, es decir qué hacemos para poder competir o ganar a un equipo superior al nuestro? De primeras, lo que se me viene a la cabeza, es el tema de las defensas en zona o los bloqueos directos en categorías de pequeños, que ciertos pensadores del baloncesto, tachan al que lo hace de poseído por el mismísimo diablo, a la vez que debería arder en el infierno...Yo antes que nada voy a decir esa frase tan sabia que dice el refranero español... 

CADA UNO EN SU CASA SABE LO QUE TIENE.

No soy yo nadie para decir lo que está bien o mal,  es más, creo que nadie es quién, para decirle a otros entrenadores si lo que hacen está bien o no, eso es trabajo del propio entrenador y sus programaciones, características de su equipo, filosofía de club o directrices técnicas del responsable de club, pero evidentemente sí que todos tenemos nuestra opinión, que deberíamos utilizar para fijarnos más en nuestro propio ombligo que en el de los demás, al fin y al cabo, no olvidemos que cuando uno señala con un dedo a otro, hay otros tres, que te señalan a ti mismo.

Antes de pronunciarme sobre el tema, me gustaría acabar la reflexión con dos hechos objetivos. Históricamente, se ha reconocido mundialmente que las dos escuelas o estilos que más han influido en baloncesto en general, han sido la norteamericana, cuya liga es por todos conocida, la NBA y para mi particularmente ha sido y es la mejor liga del mundo y el otro estilo que todos hemos admirado ha sido el de la antigua Yugoslavia, ahora Serbia, que está volviendo a resurgir desde hace unos años. Bien pues ambas corrientes baloncestísticas, tienen varios puntos en común, los serbios anteriormente, ahora en la actualidad lo desconozco, empleaban en categorías desde bien pequeños defensas en zona desde bien pequeños y además como dato curioso, no existía el minibasket en ciertas provincias del país, de donde curiosamente,  han salido los mejores tiradores que han dado nuestro deporte. En el tema de los norteamericanos, sólo hay que fijarse en sus ligas universitarias, paso previo al salto a la NBA, donde la mayoría de los equipos emplean defensas zonales durante buena parte de los partidos y las posesiones eran de 45 segundos y después de 30, donde jugaban sistemas de ataque eternos. Bien, pues estos dos estilos de baloncesto son los que nos han marcado desde hace tantos y tantos años y no olvidemos que todos nosotros los hemos admirado.

Dicho este rollo, voy a mojarme un poco sobre los valores que intento inculcarle a los jugadores con los que estoy y mi opinión sobre el tema de la formación y al competición.

El baloncesto tiene unas reglas, ya sea en minibasket o baloncesto infantil y a partir de cadetes otras. Mientras un entrenador se mantenga dentro de las normas que hay y la coherencia en la educación y formación de los chavales que tenemos a nuestro cargo, acepto lo que quiera plantear sobre la pista. Me parece más grave, situaciones desagradables donde un equipo gana por más de 50 puntos y sigue presionando al otro equipo con la verdad, no se qué intención. 

El problema de todo esto, es cuando formación, competición y coherencia no van de la mano, no concibo ver jugadores que prácticamente no saben botar la pelota, hacer sistemas de ataque con bloqueos o equipos que no tienen ningún afán competitivo hacer defensas zonales, pero eso sí no seré yo quién lo critique, allá cada uno con lo que quiera y crea que tiene que hacer, ya sabéis que entrenar a los equipos de los demás es más fácil.

Creo muy firmemente que se puede competir y formar a la vez, ya que como dice el título no hay formación sin competición, es más no concibo otra manera de formar y mejorar que no sea la de competir contra uno mismo o contra los demás. El talento de un jugador no es sólo saber botar tirar o pasar, en la mayoría de los casos eso es innato y tú como entrenador se los potencias o le completas sus posibilidades, esto es muy fácil y en la mayoría de los casos nos ponemos medallas por haber entrenado a jugadores, que aunque jugaran en un parque, iban a llegar de todas maneras a jugar a buen nivel. Para mi lo que de verdad tiene importancia, es ver a un jugador que no tiene tanto talento o tiene una calidad física inferior a los demás y consigue jugar al mismo nivel que el otro. Entrenar a los altos, guapos y buenos es muy fácil y además te engaña como entrenador y no te hace exigirte tanto.

Para mi la competitividad es saber hacer las cosas bien y con sencillez en el momento adecuado y con todas tus energías y pasión, esta definición tan simple, es tan amplia y abarca tantos aspectos como uno quiera.
Un jugador a partir de cierta edad ha de saber entender el baloncesto, conocer y analizar a quién está defendiendo, saber cuándo tiene o no que hacer una ayuda, reconocer el momento en el que puede o no tirar, dependiendo del momento del partido... Lo que de verdad importa, es que un jugador entienda todas estas cosas y a la vez tenga una mejora individual en sus fundamentos técnicos y tácticos tanto de ataque como de defensa. Además a todos los jugadores, entrenadores y demás gente que está alrededor de un equipo, les gusta ganar, trabajan para ello y es fundamental que los responsables no pierdan la perspectiva y encuentren el punto de equilibrio, donde los jugadores mejoren individualmente y tengan los valores de autoexigencia, esfuerzo y respeto al trabajo inculcados bien adentro.

La temporada pasada el Joventut de Badalona infantil quedó campeón de España, haciendo zona en muchas partes del partido y jugando sistemas de ataque con dos pivots en los postes medio/bajo. No eran ni más altos, si no todo lo contrario, ni mejores técnicamente que los de Estudiantes o Real Madrid pero... ¿Alguien tiene alguna duda de que esos jugadores acabarán jugando en ACB?

Todo lo que conseguían, era a partir del trabajo, el esfuerzo y el respeto, esa era la base de todo. Por tanto no entiendo actitudes del mundo del baloncesto que piensen que han encontrado la fórmula milagrosa del baloncesto y la verdad absoluta sobre la formación de los jugadores. 

Para finalizar os propongo que cambiemos nuestro discurso y que no seamos tan cómodos y recurrentes Y HAGAMOS UN POCO DE AUTOCRÍTICA...

 No nos ganan los partidos porque nos hagan zonas o bloqueos directos, los perdemos porque no somos capaces de transmitirles a nuestros jugadores las nociones necesarias para saber atacarlas o defenderlos.  






















No hay comentarios:

Publicar un comentario