viernes, 20 de abril de 2012

CONFLICTO DE DESINTERÉS

En muchas ocasiones, es muy constante en las relaciones  entre personas y más cuando son grupos numerosos de personas, como una familia, una empresa o equipos deportivos, lo que se denomina comunmente como conflicto de intereses y es que la convivencia ya sabéis todos que no es nada fácil, en este caso evidentemente, me voy a referir a los intereses comunes de los integrantes de un equipo deportivo, hay que pensar que al cabo de una semana, un mes, una temporada son muchas horas las que pasamos juntos y si no hay buena armonía y entendimiento, la cosa no funciona.

La lógica dice, que a priori, sobre el papel, todos lo que componen un equipo deberían compartir intereses comunes. A nivel general, pienso que eso es así, todos quieren conseguir un título, un ascenso, una permanencia... El problema puede venir cuando la forma de obtener el deseado éxito, no se comparte, cada vez más, las personas nos estamos haciendo más cómodas y miramos por nuestro propio interés, el entrenador quiere que el jugador de su máximo rendimiento en cada acción de cada entrenamiento, en cada balón de cada partido, cada defensa... Pero los jugadores, muchas veces no comparten esta filosofía del esfuerzo y autoexigencia, por aquello de intentar conseguir el máximo rendimiento con la ley del mínimo esfuerzo. Hay muchas pruebas de esto, si no mirad por ejemplo, las últimas dos temporadas del Valencia Basket, dos buenos entrenadores como son Manolo Husseín y Paco Olmos, han tenido que salir del banquillo por los malos resultados y las malas sensaciones que transmitía el equipo y al entrenamiento siguiente, con otro entrenador, los jugadores estaban dejándose la piel por cada balón y cada rebote, con tan sólo un día de margen. Para mí esto no tiene otra explicación que un conflicto de desintereses, el entrenador quiere conseguir un objetivo a su manera pero los jugadores no comparten estos intereses y la manera de hacer... Muestran desinterés por el modo de conseguir el objetivo pero sí que siguen queriendo ganar los partidos, en este momento es cuando empieza a fallar el entendimiento entre jugador y entrenador y lo más común suele ser la desconexión mental de unos y el aumento de la exigencia de otros.

Pero, ¿cuál es la forma de encontrar el camino común en el que se encuentren los intereses de unos y otros, sin que se distancie la forma de conseguirlos?

Lo primero que pienso que es fundamental, es la empatía del entrenador con los jugadores, es el responsable de saber cómo sacarle el máximo rendimiento a su plantilla, este debe saber qué tipo de vestuario está manejando, jugadores con mucho carácter o blandos mentalmente, más o menos competitivos,  jugadores más o menos autoexigentes...El entrenador es el líder del equipo y debe mostrarse positivo, a gusto con sus jugadores, nunca mantener guerras individuales con ningún componente del equipo, hay que hacer entender a los jugadores que tú estás con ellos y nunca contra ellos, tus intereses son sus intereses, los intereses comunes de todos e ir contra un jugador es ir contra ti mismo y contra tu equipo.




Pero no es sólo el entrenador el que debe amoldarse a sus jugadores, estos deben sacar todo lo que tengan dentro para poder conseguir lo que se pretende. Para ello, hay que implantar un rutina de esfuerzos y unas normas que los jugadores deben cumplir sí o sí, normas y rutinas que estén al alcance de ellos para que si no las cumplen sepan que ha dependido de ellos y no de factores externos. No podemos pretender que los jugadores hagan cosas que no son capaces de hacer, el que no es rápido, por mucho que le grites y le pidas, no va a poder mover las piernas más rápido, podrás motivarle para que lo intente o el que no es tirador podrás reforzarle positivamente cuando tire y ajustarle detalles en su forma de tirar pero no puedes pretender que cambie su manera de ser o hacerte creer que es un jugador distinto a lo que es, si esto no lo aceptas es cuando vienen las frustraciones de los jugadores, falta de confianza en él y sobre todo en el trabajo y es el principio de la decadencia. La totalidad de los componentes de la plantilla han de ser siempre conscientes de lo que se pretende, cuáles son los objetivos a conseguir y cumplir las normas y los esfuerzos para llegar a él.



Para mi los dos vídeos reflejan los dos extremos en una misma temporada, estas dos situaciones son con el mismo equipo, un mismo entrenador, en una misma temporada con tan sólo unos meses de diferencia, el éxito con el que comenzó la temporada, ha ido derivando en menos exigencia para conseguir los mismos objetivos, en el siguiente corte, Porfirio Fisac habla de los valores que intenta inculcar a sus equipos y sus jugadores y habla de "odio a las personas que ganan y cambian y creo en la gente que pierde y trabaja, no hay otra forma", sin duda esta es la clave de todo éxito, no conozco a nadie que haya triunfado sin dar su máximo esfuerzo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario